14 de septiembre de 2012

Las Mujeres de Estos Tiempos…

Yo no soy quien para echarles un sermón, no soy un santo, ni siquiera soy un católico ejemplar, pero por lo menos hago el intento de no echarme a perder demasiado. Pero si a pesar de esto me quieren leer, pues ahí les va. Dicen que la mayoría de las personas pasan la primera mitad de su vida echando a perder la segunda.
En los últimos días veo cada vez más, madres solteras y no sé si esto se ha incrementado recientemente o siempre ha sido así. Algunos casos me sorprenden y otros no tanto. Y no es por hacerlas menos, tengo en casa una gran mujer que por varios años logro llevar la carga de una casa y un hijo por su sola. Si no les van a ayudar, entonces que no les estorben.
El punto es, ¿para qué llegar a eso? Si bien, tener un hijo es una gran bendición y trae siempre felicidad, ese pequeño ser acaba teniendo que venir al mundo a pasar carencias. Carecer de un padre sería la carencia principal, y aunque como lo dije antes un hombre no es indispensable para sacar adelante un hogar, no lo será así para el desarrollo emocional del niño (al menos que algún conocedor en la materia me corrija).
Claro que esto no es culpa de la madre, sino del montón de hombres irresponsables que se huyen de la paternidad con cualquier pretexto que le funcione en el momento desde negar y decir que no es de ellos, hasta fugarse sin dar explicación.
Hay muchas formas de evitarlo, cuidarse por ejemplo dirían muchos, y no dudo que él lo primero que pensaron con la palabra ‘cuidarse’ sea algún método anticonceptivo como pastillas o el condón. No me quiero ver muy puritano, diciendo que no usen condón o que es pecado, hay muchos otros pecados peores. Lo que si creo en lo personal es que algunos métodos, más que solución, son parte del problema. Si cada quien lo hiciera con su pareja no habría necesidad de cuidarse de alguna enfermedad. La necesidad de cuidarse de una enfermedad nace del no saber con cuantas personas se ha acostado tu pareja o si tiene alguna enfermedad. Y si lo hicieran a su debido tiempo, con la madurez óptima y capacidades emocionales y monetarias suficientes (entre otras cosas), entonces no habría tanta necesidad de cuidarse de traer una nueva criatura al mundo. Pero como esto está muy lejos de ser real en estos días, prefieren cuidarse. El problema es que ya cuidándose, ven un problema menos con la infidelidad, andar con una y con otra pareja, lo que en vez de solucionar el problema lo incrementa y todo esto se convierte en un círculo vicioso, cuidarse por que hay mucha infidelidad y hay mucha infidelidad por causa de cuidarse.
No me gusta generalizar, pero la mayoría de los hombres en estos días está muy poco interesado en buscar una sola y para toda la vida, ya no hablar de los valores morales, el sentido de responsabilidad y respeto por la vida. Y no generalizo por que sé que si quedan algunos, la minoría, que son todo lo contrario a estos. Lamentablemente estos son considerados los ‘aburridos’, los ‘nerds’ o los ‘sólo como amigos’. No sé que tiene las mujeres de estos y otros tiempos, que prefieren al patán en vez del que daría todo por ellas, hasta la quincena completa y el apellido para el bebé.
Mujeres, niñas, amigas: Valórense más, no busquen un buen momento con alguien, sino a aquel que las quiera para toda la vida. Y sin con palabras bonitas no entienden se los diré con otras palabras: No se las den a cualquiera, que cuando se les acaben ya nadie las va a agarrar en serio (y no hablo precisamente de las carisias como dice Jenny Ribera). La prueba de amor no es la virginidad, ni la contraseña del Facebook, si te pide una ‘pruebita de amor’, que te lo pruebe primero el a ti, con matrimonio por ejemplo, si un hombre está dispuesto a dar ese paso, estará dispuesto a hacer lo posible de enfrentar lo que venga. Y aunque parezca que lo escucharon en un comercial de televisión recuerden y díganse siempre “porque yo lo valgo”. Les aseguro que valen eso y más. Ser la catedral y no una capillita. Ser la definitiva y no una más de la lista.
Septiembre 2012