30 de julio de 2012

Las Bodas de mis Abuelos

Creo que soy un chico afortunado. Pocas personas podrían presumir de haber presenciado las bodas de sus abuelos, tanto paternos como maternos.
Recuerdo poco la boda de mis abuelos paternos, fue hace como 20 años en la Iglesia de San Martín de Porres de Culiacán. Una boda múltiple, ya que con la misma misa se casaron varias parejas. Tengo la prueba de que estuve ahí. En la sala de la casa de mis abuelos está una foto de su boda, y por un hueco entre los dos, a lo lejos, aparece mi rostro asomándose.
La boda de mis abuelos maternos la recuerdo un poco mejor, fue antier. Después de 50 años viviendo juntos, y con sus hijos, nietos y hasta dos bisnietos presentes (uno nacido y otro por nacer, ya que mi esposa tiene 8 meses de embarazo), decidieron casarse por la ley de Dios. La ceremonia fue de las más emotivas de en las que he estado.
Y la mejor parte de la fiesta fue ver a tanta familia reunida, tanta gente que no veía desde niño. No faltaron, como no pueden faltar, esas manchas que si les pones atención podrían opacar un buen momento, como los inconformes, las malas caras, lo chismes o mentiras, las que no faltan en ninguna familia ni en ningún otro circulo en que los humanos nos desenvolvamos. Pero mientras nos concentremos en las cosas buenas, las negativas no dejarán de ser simples manchitas.
Y aquí termino esta corta pero significativa entrada de mi blog, deseándoles a los recién casados, que seguro nunca leerán mi blog, que sean felices en esta nueva etapa de la vida que acaban de iniciar, mientras nos dan ejemplo, de que nunca es tarde para cumplir un sueño.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Cor 13,7
Julio 2012

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