23 de julio de 2012

Las Ovejas dispersas

By Gilio Félix
“¡Ay de esos pastores que pierden y dispersan las ovejas de mis praderas!”
Jeremías 23,1
Yo pertenezco, o siento cierta pertenencia, con un movimiento de evangelización católico llamado Kairós. Kairós es una agrupación católica de jóvenes laicos comprometidos en la evangelización, formación y capacitación (http://campamentoskairosgdl.blogspot.mx/). Hay en muchas ciudades de México, yo soy de Kairós Culiacán, e ignoro si lo que voy a relatar sucede en otros Kairós del país.
La principal herramienta de Kariós son los campamentos, el objetivo del campamento es lograr en el participante una experiencia recreativa, formativa y espiritual que conduzca al joven a un encuentro con Dios, consigo mismo y con los demás en un ambiente natural. Después de esa experiencia están las reuniones semanales en las que se le puede dar seguimiento a esa formación recibida en el campamento.
El pedo y razón de esta entrada, y lo digo con esas palabras, son los seguimientos, ya que he perdido la razón de asistir, pero mientras la encuentro busco otras razones, por ejemplo seguir viendo a los amigos que he hecho ahí. Pero mientras veo como amigos dejan de asistir la motivación también se va perdiendo.
Antes llamaba yo a esas reuniones crecimiento, pero no hay crecimiento, cada miércoles escucho cosas que ya he escuchado antes, y no pasa de ser un refuerzo… sin crecimiento. Lo que me movió escribir esta entrada es que he lazado mi voz y al parecer no lo he hecho con la persona correcta. He pedido contenidos más enriquecedores y variados pero no he visto ningún cambio.
Alzo la voz de nuevo, por que sé que hay gente que ya no va a seguimiento, por distintas razones, y una de ellas es esto, no vale la pena el esfuerzo de ir a escuchar lo que ya has escuchado, a hacer lo que ya has hecho, y a ver cada vez menos gente. Yo ya dejé de ir un tiempo, y regresé por que algo me movió y me recordó que lo necesitaba. No he encontrado lo que necesitaba, lo que encontré es un sentimiento de que el movimiento me necesita, así como necesita a todas esas otras ovejas que se han dispersado.
Plebes, a quien le quede el saco, y quien pueda hacer algo, hay que hacer algo y no conformarse, no quiero que el movimiento se pierda. Escuchen a la gente, no la repriman. Escuchen más voces, no sólo las de siempre. Abran su mente a nuevas ideas. Amplíen sus temas con otras áreas del conocimiento, no sólo la formación que ustedes ya tienen. Quedo aquí, es espera de su repuesta, abierto a críticas y comentarios.
“En todo tiempo, sólo una pequeña o muy pequeña minoría ha sido capaz de alejarse de la pendiente suave y jalonada que han trazado las costumbres del grupo y que rejuvenecen sus líderes.” (Nota de Jn 10,4 en Biblia Latinoamérica).
Junio de 2012

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